31/5/10

TU CASA:

Un viejo carpintero estaba cansado de trabajar y deseaba jubilarse. Entonces le comunicó a su patrón su decisión, porque quería disfrutar de una vida más tranquila con su familia. Echaría de menos el sueldo, pero podría sobrevivir.
El contratista, aunque se sintió apenado porque perdía a un excelente obrero, le pidió como último favor personal que construyera una casa más. El carpintero accedió, pero lo hizo con desgana, utilizando materiales de inferior calidad.
Cuando terminó su labor, su jefe fue a inspeccionar la casa, le dio la llave de la puerta delantera y exclamó:
-¡Ésta es tu casa: mi regalo para ti!
“¡Que vergüenza!”, reflexionó el carpintero.
Si hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la habría hecho tan bien como él solía hacerlo.
Vive cada momento con intensidad y alegría.
Nunca es tarde para volver a poner un ladrillo sobre otro, porque la vida es un proyecto que se construye día a día, y eres tú quien la disfruta.
Libro: Historias que hacen bien.
Autor: Daniel Colombo

1 comentario:

Juani dijo...

La mayor parte del tiempo pensamos en nuestro propio bien, en aquello que nos convenga, nos sirva, nos favorezca, sólo a nosotros y nada más. Ignoramos, por lo tanto, que todo lo que hacemos da sus frutos, y si esas acciones son buenas, los frutos no podrán ser mejores.

Publicar un comentario